Las relaciones en pareja en la juventud siempre dejarán huella, el “primer amor” siempre es importante y la primera ruptura amorosa por lo general es la más terrible.

Cualquier relación que llegue a su fin trae consigo una oleada de emociones, sentimos que una parte de nosotras muere por dentro y hasta podemos escuchar los latidos de nuestro corazón apagándose de a pocos.
Después de la ruptura, empieza un periodo estresante y complicado emocionalmente, pero aunque de primer momento sólo veas tu futuro gris, lo más seguro es que ese cambio sea para bien. Y no necesariamente debes dejarte hundir en la tristeza, sino trabajar en cómo afrontar esta nueva libertad.
Cada persona siente la ruptura de una manera distinta, pero influye mucho si el rompimiento ya era esperado o te llegó de imprevisto. Si ya lo veías venir, aunque también será doloroso, es algo a lo que ya te has ido haciendo a la idea y lo has terminado aceptando como algo positivo o como lo mejor.
Por lo general pasar por esta situación es una de las experiencias más horribles de nuestra juventud porque nadie nos dice que ese “chico lindo” que era nuestro novio del colegio será ahora un desconocido. Porque claro, en las películas que veíamos de niñas pensábamos que cuando tengamos nuestra primera pareja esto sería “para siempre”. Pero no, en la vida real las relaciones no funcionan así y de todo se aprende y es tu turno de aprender y seguir adelante.
Entonces ¿cómo lo supero?
Aléjense: En un primer momento, cuando los sentimientos están a flor de piel, es conveniente alejarse entre ustedes. No es bueno guardar esperanzas de una posible reconciliación, porque harás que este periodo de superación te sea eterno. Si este chico está en su mismo salón trata de sentarte lo más lejos posible de él y en el recreo busca alejarte lo más que puedas, hasta que la herida sane.
No guardes rencor: Si la ruptura no se dio de forma amistosa o fue tu ex-pareja quien terminó contigo, estarás más susceptible o enojada. Pero guardarle rencor a él sólo hará que no puedas retomar tu vida con normalidad ni abrirte a nuevas personas.
No te culpes: Intenta no darle vueltas al pasado, ni recriminarte por la ruptura. Ya no tiene sentido reflexionar en lo que pudiste haber hecho para arreglar tu relación, porque sólo servirá para mortificarte el pensar en las situaciones que pudiste haber evitado.
Disfruta tu soledad: No te obsesiones con recuperar el tiempo perdido, porque también debes acostumbrarte a la soledad para poder afrontar tu soltería con normalidad. Esto no significa que debes andar de fiesta en fiesta cantando “Soy soltera y hago lo que quiero”, es más bien un tiempo en el que debes conocerte a ti misma.
Vuélcate en tu familia y amigos: Ellos sabrán comprenderte y te darán el apoyo que necesitas. Desahógate con ellos porque guardarte sentimientos y emociones te afectará aún más. Pero debes evitar hacerte la víctima, porque corres el riesgo de que se cansen de tus lamentos.
No corras, pero tampoco te detengas: Es muy importante que no te apresures a buscar a alguien que ocupe el hueco que ha quedado en tu corazón. Tómate tu tiempo para disfrutar de la soledad y la libertad. Pero tampoco tengas miedo a empezar una nueva relación pensando en otra posible ruptura, ni caigas en el error de comparar a las otras personas que conozcas con tu ex-pareja.
Una ruptura de pareja es algo muy frecuente, pues no siempre el amor es eterno. Pero no te angusties ni te desesperes, siéntete bien contigo misma, porque aunque te suene gastado, es muy cierto que el tiempo lo cura todo y todo pasa por algo.

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