Si te has visto en problemas por no saber como refutar las palabras de tu novia o esposa, aquí te dejamos una guía básica para ganarle una discusión a una mujer.

Las relaciones son de a dos. Ya sea en el amor y en el desamor, existe una parte y una contraparte. Eso es ley, pero dentro de la dinámica entre un hombre y una mujer, aparte de todo la pirotecnia que provocan los sentimientos y afectos involucrados, también hay que lidiar con las facetas negativas, como los enojos y las discusiones.
En el continuo afán de entregar las mejores herramientas a nuestros congéneres, para desarrollarse en plenitud en el sinuoso ámbito de las relaciones afectivas, es que compartimos con ustedes un pequeño manual que circula por la web: 30 pasos simples para discutir con una mujer y lo que es mejor, ganar.
1.- Lo primero es partir pidiendo perdón: Siempre es bueno colocar un piso a las peleas desde la humildad y dar un sentido de conciliación.
2.- Explicar todos tus puntos de vista lo más rápido posible: Lo mejor es poner todas las cartas sobre la mesa desde el comienzo, sin dar tiempo a refutar o cuestionar.
3.- Cada vez que termines un punto dile “te amo”: Es para ir sensibilizando y haciendo entrar en razón con amor, ya dice el viejo dicho “la letra con sangre entra”, pero si es con amor mucho mejor.
4.- Escucha todo lo que diga: Aunque se tome 3 horas no la interrumpas, déjala que descargue todo lo que siente y quede vacía de rencores y recelos. Además te servirá para compararte cuando ella no te deje hablar.
5.- Insiste siempre que el punto en conflicto no es lo que quisiste decir tú: Esto es para desviar el foco de la conversación y ponerlo lo más lejos de tu postura.
6.- Muestra que tú también te enojas porque no te escucha: Hazte el ofendido y recrimínale que te sientes ofendido y tus puntos de vista y argumentos son poco valorados
7.- Nunca te enojes tanto: Si bien es cierto una discusión parte por un conflicto, nunca apagues el fuego con bencina, porque se pueden enojar de verdad.
8.- Siempre aclara que “solo quieres arreglar las cosas”: Siempre ponte del lado de la solución más de los problemas. Ayuda mucho a acortar las largas y lateras discusiones.
9.- Vuelve a escuchar la misma explicación que ya te dio por 3 horas: aunque creas que no es necesario, si ella te vuelve a dar explicaciones del comienzo, escúchala como si fuera la primera vez.
10.- Si se te acaba el argumento, abrázala: Para aparentar que estás conmovido, pero realmente se te acabaron las explicaciones y tu defensa está que cae, dale un abrazo apretado y asiente con la cabeza.
11.- Usa a tu madre como escudo: En una discusión, intenta siempre poner la figura de tu madre como ejemplo, ya que el respeto a ella siempre ayuda suavizar las discusiones.
12.- Nunca metas a su madre en la discusión: Como contraofensiva a la instrucción anterior, nunca involucres a su madre en las discusiones, porque para ella también es sagrada.
13.- Pide perdón de nuevo: Cada cierto momento de la discusión reitera los perdones, en especial en momento álgidos, para recuperar el status quo.
14.- Pon una canción que los identifique: Siempre es bueno calmar el ambiente tenso con una canción que evoque buenos momentos, pero que no sea evidente que estás queriendo manipular el momento.
15.- Recuerda constantemente los momentos felices: Recordar los mejores momentos de la relación, los viajes, el primer beso, las anécdotas siempre es una medida de cortafuego cuando las cosas se ponen complicadas.
16.- Cancela todo lo que tengas que hacer: Por lo general las discusiones toman largas horas, así que nada en tu agenda te saque de concentración.
17.- Enfatiza que cancelaste todo para arreglar los problemas: Además de cancelar todo, encárgate de hacerlo saber, dando a entender que para ti no hay nada más importante que estar ahí dando la cara.
18.- Pon una cuota de emoción a tus palabras: Durante el lapso que dura la discusión trata de hacer pequeñas pausas porque te embarga la emoción y te afloran algunas lágrimas. Eso siempre ayuda a sensibilizar al “oponente”.
19.- Hazte el sordo cuando no te convenga: Cuando sus argumentos sean contundentes, trata de hacer como que no entendiste o no escuchaste, preferentemente asociado a una posible enfermedad degenerativa de tu oído o un problema cognitivo.
20.- Dile que no es culpa de ninguno de los dos: Sé inteligente y échale la culpa a cualquier agente externo que exista, los terceros siempre son el mejor chivo expiatorio.
21.- Tus argumentos nunca serán del todo válidos: Si ella está en una postura firme, entiende que por más lógica que sean tus argumentos, ella está en contra, por ende, trata de enfatizar cada uno de manera casi didáctica.
22.- Habla de todas las cosas lindas que has hecho por ella: Si bien en un momento no te servirán de mucho, el sólo hecho de que sienta amenazada con perderlas también es motivo para que bajen la guardia.
23.- Compárate con los peores novios de sus amigas: Aunque cada relación es diferente, siempre hay algún patán peor que te servirá de ejemplo para que piense que lo tuyo no es tan terrible.
24.- Acepta que te comparen con el novio más “decente” de sus amigas: Así como tú quieres alejarte del patrón de patán comparándote con los peores novios de sus amigas, debes asumir que ella también te pondrá el ejemplo contrario. Asume y dí que harás lo posible por imitarles.
25.- Empieza a hacerle creer que “tal vez es su culpa”: Una de las primera formas de tomar la ofensiva es traspasarle ligeramente la culpa de los problemas. Hacerla dudar, confundirla y relevarle la presión por el conflicto siempre ayuda.
26.- Reafirma su culpa y hazte el comprensivo: Dile de forma poética y/o metafórica que la principal razón de las peleas tiene que ver con ella, pero sé un hombre comprensivo al decirle “no te preocupes, todos nos equivocamos.
27.- Acepta las disculpas con humildad: Si ya estás a punto de lograr ganar la discusión, aceptar de manera muy sutil sus disculpas ayuda a reafirmar que ya están aceptando que es su culpa.
28.- Hazle una promesa de salida, regalo o que vas a cambiar: los estímulos, o “engañitos” como se les dice sabiamente, siempre ayudan a ponerle paños fríos a los conflictos y es la mejor forma de sellar una reconciliación.
29.- Nunca preguntes si sigue enojada: Por más que hayas ganado una batalla, aún las heridas sigue abiertas, por lo que no vuelvas a reflotar el tema. Asume como si nada que todo quedó en el olvido.
30.- En caso de que algo falle, vuelve a empezar: Si ves que la cosa se pone color de hormiga y no hay solución aparente, vuelve pacientemente al punto número 1 y cumple religiosamente cada uno.
Bonus track
31.- Sólo si es necesario, llora: sólo en caso de emergencia y si la situación lo amerita, apela a su instinto maternal y protector. Si estás a punto de perder, unos cuantos lagrimones podrán ablandar su postura, sensibilizar su corazón y dejar todo atrás. Igual que cuando las madres perdonan alguna travesura.
Fuente: http://eldeforma.com

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